Las guardas dentales son dispositivos orales que juegan un papel crucial en la protección de los dientes y las encías.
Aunque comúnmente se asocian con la prevención de daños durante actividades deportivas, las guardas dentales también se utilizan para tratar una variedad de problemas dentales.
En este artículo, exploraremos las señales clave que indican la necesidad de usar una guarda dental, cómo funcionan y para qué sirven. Si alguna vez te has preguntado si deberías usar una, sigue leyendo para descubrirlo.
Una guarda dental es un dispositivo hecho a medida que se coloca sobre los dientes para protegerlos de daños. Existen diferentes tipos de guardas dentales diseñadas para distintas necesidades:
El desgaste dental es una de las principales señales de que podrías beneficiarte de una guarda dental, especialmente una nocturna.
Si notas que tus dientes se ven más cortos o aplanados, o si tu dentista te ha mencionado la presencia de facetas de desgaste, es probable que estés rechinando o apretando los dientes durante la noche. Este hábito, conocido como bruxismo, puede llevar a problemas más graves como:
El bruxismo no solo afecta a los dientes, sino también a la mandíbula y los músculos faciales. Si te despiertas con dolor en la mandíbula, rigidez en el cuello o cefaleas, estos podrían ser signos de que estás apretando los dientes mientras duermes.
Una guarda dental nocturna puede ayudar a reducir la presión en la mandíbula y aliviar estos síntomas, mejorando tu calidad de vida.
La dificultad para abrir o cerrar la boca, especialmente al despertar, puede ser un síntoma de un trastorno temporomandibular (TTM). Estos afectan la articulación que conecta la mandíbula con el cráneo y pueden causar dolor, clics o chasquidos al mover la mandíbula.
Una guarda dental diseñada específicamente para TTM puede ayudar a realinear la mandíbula, reducir la inflamación y aliviar el dolor.
Si escuchas chasquidos o sientes que tu mandíbula se desencaja al abrir o cerrar la boca, esto puede ser una señal de un problema en la articulación temporomandibular.
Una guarda dental puede ser efectiva para aliviar la tensión en esta articulación y evitar el agravamiento del problema.
El bruxismo no solo afecta a los dientes, sino también a las encías. La presión constante puede causar la retracción de las encías, exponiendo las raíces de los dientes y aumentando la sensibilidad.
Si experimentas encías sensibles o has notado que se están alejando de tus dientes, una guarda dental podría ayudarte a proteger tanto las encías como los dientes.
Si has experimentado fracturas o astillas en tus dientes sin un motivo aparente, como un golpe o una caída, es posible que estés aplicando una fuerza excesiva sobre tus dientes durante la noche.
Las guardas dentales están diseñadas para absorber esta presión, evitando daños adicionales a tus dientes.
Las guardas dentales funcionan al crear una barrera física entre los dientes superiores e inferiores, evitando el contacto directo y distribuyendo la presión de manera uniforme. Esto:
Dependiendo de la condición que se esté tratando, las guardas dentales pueden estar hechas de diferentes materiales, como acrílico o silicona, y pueden ser rígidas o flexibles.
Lo importante es que estén hechas a medida para adaptarse perfectamente a tu boca y proporcionar la máxima protección y comodidad.
Si experimentas alguna de las señales mencionadas anteriormente, es importante que consultes a un dentista lo antes posible. Ignorar estos síntomas puede llevar a problemas más graves que pueden requerir tratamientos más invasivos y costosos.
En Sakar Dental, nuestros dentistas están capacitados para evaluar tu situación y recomendar la guarda dental adecuada para ti. Agenda una cita con nosotros y deja que nuestros expertos te ayuden a proteger tu sonrisa.