El mal aliento, también conocido como halitosis, es un problema incómodo que puede afectar la confianza y las interacciones sociales de una persona. A menudo, las personas se sorprenden al descubrir que tienen mal aliento, incluso después de cepillarse los dientes con regularidad. 

La salud bucal es un factor fundamental para el bienestar general, y uno de los problemas más comunes que afectan a muchas personas es la hhalitosis, más conocida como mal aliento. 

Cuando se trata de la salud bucal de nuestros hijos, a menudo nos preguntamos si realmente importa cuidar los dientes de leche, porque sabemos que son temporales y serán reemplazados por los dientes permanentes. 

Cuando se trata de tener una sonrisa radiante y unos dientes perfectos, no solo es importante cepillarse los dientes con regularidad, sino también prestar atención a las zonas interdentales.

La primera visita al dentista de nuestros niños puede ser una experiencia temida, sobre todo si no sabemos cuál es el mejor sitio para ellos.

El miedo al dentista es uno de los más comunes que existen; desde el simple temor por no querer sentir dolor hasta casos donde la persona presenta un ataque de pánico.

Muchas personas creen que los dientes de leche, al ser pasajeros, no necesitan de muchos cuidados, pues al fin y al cabo esos empezarán a caerse alrededor de los seis años.

El rechinar o apretar de dientes es un hecho muy molesto, incluso algunas personas dicen que al escuchar a otras hacer esto les puede provocar dolor de dientes.

Al igual que la pasta de dientes, hay muchos tipos de enjuagues bucales disponibles y es difícil elegir el adecuado.

Cepillarte los dientes es el primer paso para una buena salud bucal. Desde pequeños se nos inculca este hábito.