Seguramente has escuchado el término celulitis, especialmente relacionado con la piel.
La celulitis oral u odontogénica, es la inflamación difusa de los tejidos blandos de la cara, producto de la infestación ocasionada por un diente con caries, la cual se extiende por los espacios a través de los tejidos a más de una región anatómica o espacio aponeurótico de la misma.
El interés práctico de la infección odontogénica es enorme, ya que es la infección más común de la región cérvico-facial. A pesar de que habitualmente la infección odontogénica es de fácil control, en algunos casos pueden surgir una serie de complicaciones que hacen que esta patología adquiera características de gravedad.
¿Qué causa la celulitis facial?
La celulitis es una infección cutánea bacteriana común y, a veces, dolorosa.
La causa principal de la formación de las celulitis es la propagación a través del espacio celular subcutáneo de la infección, frecuentemente de causa odontogénica.
Esta propagación viene regulada por las estructuras anatómicas locales, que actúan como barreras ante la progresión, guiando el recorrido de la infección. Estas barreras las forman los propios maxilares y los músculos que se insertan en ellos, así como las fascias aponeuróticas de esos músculos.
También se asocian factores con predisposición, que atañen al paciente, como la desnutrición, la diabetes y la inmunodepresión.
¿Cómo se clasifica la celulitis oral?
El grado de la celulitis se determina principalmente por su grado de severidad.
Celulitis aguda circunscrita serosa
La hinchazón afecta a un espacio anatómico, aunque puede propagarse hacia otros espacios como veremos más adelante por la existencia de comunicaciones entre los mismos.
El contenido de la infección es seroso, pudiéndose apreciar a la inspección los signos típicos de la inflamación.
La celulitis se denominará dependiendo del espacio anatómico afectado: (canina, maseterina, geniana, mentoniana, temporal superficial, paramandibular, temporal profunda, cigomática, submentoniana, sublingual, submaxilar, pterigomandibular, parafaríngea y retrofaríngea).
Celulitis aguda circunscrita supurada
Sería el mismo proceso anterior, pero que ya ha evolucionado hasta un estado de supuración purulenta.
Celulitis oral aguda difusa
Las celulitis difusas son bastante raras en la actualidad. En ellas la acción de los gérmenes da lugar a una importante necrosis muscular, sin observarse una tendencia a la supuración, y que cuando aparece lo hace tardíamente.
Este tipo de celulitis se caracteriza por no respetar ninguna barrera anatómica.
La afectación del estado general es muy importante y requiere tratamiento hospitalario debido a su alto porcentaje de mortalidad.
Existen diferentes formas clínicas de describirla, pero en el fondo se trata de una celulitis difusa que afecta a los espacios submaxilar y sublingual de forma bilateral. Una implicación es que puede afectar el espacio faríngeo.
El segundo y tercer molar inferior son los dientes que más frecuentemente son el punto de inicio de este cuadro.
Por ello es muy importante visitar a tu dentista periódicamente.
Objetivamente se observa una inflamación de consistencia dura sin los signos inflamatorios clásicos. El paciente presenta la boca abierta estando la lengua en contacto con el paladar. El principal síntoma es la dificultad respiratoria. La causa es la propia celulitis ayudada por el entorpecimiento de la lengua. También se presentan fiebre, disfagia y disfonía. Es una infección grave que puede conducir a un shock séptico, edema de glotis y mediastinitis.
La mediastinitis sería una complicación grave de la infección odontogénica y se produce por propagación descendente a partir de un foco de infección del espacio retro faríngeo. Es infección puede propagarse hasta el mediastino siempre y cuando afecten a la vaina carotídea. Esto puede verse como una inflamación en la cara lateral del cuello, dolorosa al tocarla y que produce tortícolis.
Además de la gravedad de la mediastinitis pueden coexistir un infarto de la arteria yugular interna, la carótida interna y externa capaz de producir una hemorragia letal. Estas arterias están directamente ligadas al corazón.
Celulitis oral crónica
La celulitis crónica se caracteriza por su lenta evolución. Su origen de debe a gérmenes poco virulentos procedentes de un foco dental. También, y más frecuentemente aparecen tras una celulitis circunscrita en la que no se realizó el tratamiento antibiótico adecuado o no se drenó adecuadamente.
Como progresa la celulitis oral
- En el inicio de la infección odontogénica aparece la fase de periodontitis apical aguda o absceso periapical en la que existe un dolor agudo referido a nivel del diente afectado. La presión de la mordida sobre el diente aumenta significativamente el dolor. El diente se nota alargado y ligeramente móvil.
Puede observarse un cambio en la coloración del diente. - En la fase de absceso subperióstico el dolor se incrementa notablemente debido a la resistencia que ofrece el periostio, persistiendo los signos y síntomas de la fase anterior.
- En la fase de absceso ha cedido la integridad del periostio y disminuye el dolor de forma considerable, convirtiéndose en un dolor menos localizado. En esta fase aparecen los primeros signos de inflamación en la submucosa bucal.
- En la fase de celulitis se observan los signos clásicos de la inflamación: dolor, que es con pulsaciones, pero que no esta tan bien localizado como en la periodontitis apical. También aparece enrojecimiento de piel y mucosas, calor y tumoración de consistencia dura que borra los surcos y pliegues de la piel.
Se presenta pérdida de la función debido a la rigidez muscular del área afectada.
En esta fase hay siempre malestar general, acompañado a veces de fiebre de más de 38ºC. - En la maduración del absceso y de la celulitis, empieza a formarse exudado purulento del absceso. El dolor se vuelve profundo y continuo, sin embargo, más soportable que en las fases anteriores. A la larga el absceso acaba por abrirse.
En ocasiones la infección odontogénica no se manifiesta clínicamente y no aparece como una fase aguda, sino que se descubre como una forma crónica. Puede ser como un granuloma periapical o como un quiste de raíz.
Diagnóstico de la celulitis
Es probable que el dentista pueda diagnosticar la celulitis con solo observar tu piel. Un examen físico puede revelar:
- Hinchazón de la piel
- Inflamación de las encías
- Enrojecimiento y calor del área afectada
- Glándulas inflamadas
Al diagnóstico se llegará por la historia clínica y la exploración, que nos revelará por medio de los signos y síntomas, el origen dental de la celulitis.
El estudio radiográfico mediante radiografías periapicales y una ortopantomografía serán el complemento para confirmar el origen de la celulitis.
Dependiendo de la gravedad de tus síntomas, es posible que tu dentista quiera controlar el área afectada durante unos días para ver si el enrojecimiento o la hinchazón se han extendido. En algunos casos, tu médico puede extraer sangre o una muestra de la herida para analizar la presencia de las bacterias.
¿La celulitis es contagiosa?
La celulitis generalmente no se transmite de persona a persona. Sin embargo, es posible contraer celulitis si tiene un corte abierto en la piel que toca la piel de una persona infectada.
Un sistema inmunológico debilitado también aumenta el riesgo de contraer celulitis porque no puede protegerlo tan bien contra la infección.
Si contraes celulitis, podría ser peligroso si no recibes tratamiento. Por eso es importante que visites a tu dentista.
Tratamiento de la celulitis odontogénica
Ante una celulitis, las circunstancias que indican si tu como paciente debes ser referido al hospital son: cuadro tóxico-séptico, fiebre alta, dificultad respiratoria y afectación de un espacio anatómico crítico.
El tratamiento de la celulitis será: terapia antibiótica, drenaje quirúrgico, y tratamiento de la causa que provocó la celulitis. Cuando está en fase de absceso, el tratamiento de elección será siempre el drenaje y aseo quirúrgico.
Tratamiento odontológico
Apertura cameral: favorece la descompresión de la zona periapical, además de producir la entrada de oxígeno, quedando así anulada la posibilidad de crecimiento de bacterias anaerobias.
Extracción del diente causante de la infección: En casos graves y en medio hospitalario se suele aprovechar el momento del aseo quirúrgico y bajo anestesia general para realizar la extracción convencional del diente causante de la celulitis.
Es importante recalcar que cualquier extracción dental quirúrgica está formalmente contraindicada durante la fase aguda de la infección odontogénica.
Tratamiento antibiótico: El uso de antibióticos se debe recetar individualmente para cada paciente valorando la gravedad de la infección, el espacio anatómico afectado y el supuesto o probado agente etiológico.
En la mayoría de se efectúa un tratamiento empírico. En pocas ocasiones, pero que suelen ser las más trascendentes, será necesario un estudio microbiológico para determinar el agente causal y el tratamiento específico.
Deberemos tener en cuenta la gravedad de la infección, así en situaciones leves y moderadas como una periodontitis apical o absceso de localización endobucal se utilizan antibióticos.
Conclusión
Si bien la celulitis es muy común en la piel, pocos saben que también se da en la boca y en la cara. Por este motivo es muy importante siempre cuidar de tu salud y asistir a tu dentista y revisarte cada 6 meses.
Ayúdanos a promover una cultura de prevención y estar al tanto de tu salud bucal.
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