El cuidado de la salud bucal va más allá del cepillado diario y el uso de hilo dental. Un factor que a menudo se pasa por alto es el pH de la boca, el cual influye en la formación y calcificación del sarro. Comprender cómo afecta la acumulación de este problema y qué hábitos pueden prevenir su endurecimiento es clave para mantener una sonrisa saludable y libre de problemas dentales. Dentro del enfoque de la odontología integral, es fundamental considerar el equilibrio del pH para una salud bucal óptima.
El cálculo dental, es una acumulación de minerales, principalmente calcio y fósforo, que se aglomeran con otros compuestos y forman una capa dura sobre los dientes. Se genera a partir de la mineralización de la placa bacteriana, la saliva y los restos de alimentos que quedan en la boca. Con el tiempo, puede causar decoloración en los dientes y contribuir al desarrollo de enfermedades periodontales, como la gingivitis y la periodontitis.
Existen dos tipos principales de placa calcificada:
Este juega un papel fundamental en la formación de este problema. La saliva tiene un pH promedio de entre 6.2 y 7.6, lo que ayuda a neutralizar los ácidos producidos por las bacterias y mantener un equilibrio adecuado en la cavidad bucal.
Las personas con este tipo de salival tienen una mayor tendencia a desarrollar acumulación calcificada debido a la precipitación acelerada de minerales. Esto significa que, aunque su esmalte pueda estar menos expuesto a la erosión ácida, la concentración de residuos puede derivar en enfermedades gingivales si no se elimina adecuadamente con una higiene bucal rigurosa.
Los alimentos y bebidas que consumimos influyen directamente en el ácido de la saliva. Algunos factores incluyen:
La saliva juega un papel clave en la regulación de la basicidad y la mineralización de la placa dental. Factores como el estrés, la deshidratación y ciertos medicamentos pueden reducir su producción, lo que favorece la acumulación de placa y costra dental.
La falta de cepillado y uso de hilo dental permite que la placa bacteriana permanezca en los dientes y eventualmente se mineralice, convirtiéndose en depósitos dentales. Sin una limpieza adecuada, esto se endurece y solo puede ser eliminado por un profesional dental.
Mantener un equilibrio adecuado en la boca es clave para prevenir la mineralización. Aquí algunas recomendaciones dentro de la odontología integral:
Consumir una dieta rica en frutas, verduras y alimentos ricos en fibra ayuda a estimular la producción de saliva y mantener un pH neutro. Además, reducir el consumo de azúcares y productos ultraprocesados minimiza el riesgo de acumulación de placa bacteriana.
El agua ayuda a eliminar los restos de comida y a mantener una producción adecuada de saliva, favoreciendo el equilibrio del pH bucal.
Cepillarse los dientes al menos dos veces al día con un dentífrico con flúor y usar hilo dental regularmente ayuda a eliminar la placa antes de que se convierta en complicaciones dentales.
El consumo de tabaco contribuye a la acumulación de residuos y a problemas periodontales, por lo que evitarlo es fundamental para una buena salud bucal.
Realizar limpiezas dentales profesionales cada seis meses es crucial para eliminar acumulación de minerales y prevenir enfermedades bucales.
El pH de la boca juega un papel determinante en la formación y calcificación del sarro. Mientras que uno ácido favorece la desmineralización del esmalte y las caries, uno alcalino puede acelerar la acumulación de tártaro dental. Mantener una dieta equilibrada, una correcta higiene bucal y visitar al dentista regularmente son medidas clave para prevenir la calcificación y garantizar una sonrisa saludable.
Dentro de la odontología integral, el control del pH es una herramienta esencial para una boca libre de bacterias y enfermedades dentales. Mantener hábitos saludables y acudir al dentista con regularidad te ayudarán a mantener una sonrisa fuerte y radiante.